¿Cómo viajar barato a París?

París es una de esas ciudades que no necesitan introducción. Conocida como la ciudad de amor, o la ciudad de las luces, es uno de los destinos más populares del mundo entero; con millones de visitantes que caminan sus calles cada día. Siendo tan popular para los turistas, es difícil resumir a París en unos cuantos párrafos, ya que es uno de esos lugares que no se pueden visitar sólo una vez en la vida. Hay tanto para ver y tanto qué hacer, que sería injusto decir que se conoce París con tan solo una visita. Eso sí, haremos nuestro mejor esfuerzo. 

Gabo y yo sabíamos que en algún momento visitaríamos esta hermosa ciudad, pero lo cierto es que nunca la tuvimos en el tope de la lista, ya que es una ciudad cara, los pasajes por lo general no son baratos y está atestada de turistas los 365 días de año. Sin embargo, tuvimos la fortuna de encontrar unos pasajes tan baratos, que no podíamos dejar pasar esta gran oportunidad. Lo cierto es que ahora que conocemos París nos arrepentimos de no haberla conocido antes. 

¿Qué nos sorprendió de París? 

  1. Su gente: Nuestra experiencia con los Parisinos sobrepasó nuestras expectativas. Todas las personas con las que interactuamos fueron muy amables y cordiales, desmostrando que estereotipo que dice que los franceses no son amigables, no es nada más que un mito. Es importante, sin embargo, que hagan el esfuerzo de aprender varias frases en francés para que se puedan defender. Si ustedes comienzan cada conversación diciendo: bonjour(hola), excuse mua(discúlpeme), parlez vous anglais? (habla usted inglés), lo más seguro es que las personas sean muy cordiales y dispuestas a ayudarle. 
  1. Su comida: todo lo que leímos antes de llegar a París nos decía que la comida Parisina no es representativa de la comida francesa, sin embargo, si se proponen ir a sitios menos turísticos, y más alejados del centro de la ciudad, van a poder comer comida local y deliciosa. 
  1. Presenciar cómo los locales viven y disfrutan la vida: Gabo y yo vivimos en Estado Unidos, donde es muy fácil dejarse llevar por el “corre-corre”, en donde se trabajan horas incansables y sólo se disfruta los fines de semana. En París la gente camina mucho, disfruta de sus áreas comunes y viven rodeados de un romanticismo que invade la ciudad de una manera mágica. Esto fue un recordatorio fascinante sobre la importancia de no dejarse envolver por la rutina y el trabajo. 
¿Cómo maximizar tu estadía en París? – Itinerario de 5 días

París se conoce caminando y se disfruta sin apuros. Al ser una ciudad tan grande y con un sinnúmero de sitios por visitar, es muy fácil dejarse llevar por la tentación de atiborrar el día con montones de paradas que sólo les permitirán estar en cada lugar por un tiempo limitado. Nuestra recomendación es que eviten esto a toda costa; las mejores memorias que tenemos de esta maravillosa ciudad fueron cuando caminamos, tomados de la mano, y decidimos pararnos a mirar el atardecer al lado del rio Sena, o cuando pasamos medio día alrededor de la torre Eiffel, apreciando su majestuosidad y belleza. ¡Déjense llevar por sus instintos y enfóquense en disfrutar y en apreciar esta joya de lugar! No se van a arrepentir. 

De todos modos, es importante que tengan un plan para cada día, y que a la vez sean flexibles cuando los planes cambien (porque van a cambiar). De esta manera, pueden disfrutar de momentos especiales, pero se van a asegurar de conocer bastante durante su estadía en Paris. En este blog les vamos a compartir las actividades que hicimos durante cinco días en la ciudad de amor. 

Puntos de interés

  • La Torre Eiffel: Sin duda alguna, la Torre Eiffel es un monumento ineludible cuando se visita París. Está tan impregnada en nuestro subconsciente, que lo más probable que se les venga a la mente al escuchar la palabra FranciaParíses esta emblemática estructura. Lo cierto es que tanta fanfarria no es exageración. La torre es espléndida, tanto en tamaño como en belleza, y adorna la ciudad del amor de una manera como pocos monumentos lo pueden hacer en un lugar tan cosmopolita. 

Ya sea que la visiten de día o de noche, su esplendor y hermosura serán inigualables, y lo más probable es que al verla por primera vez se les erice la piel como nos pasó a nosotros. La torre se puede disfrutar de maneras innumerables: pueden apreciar su belleza a sus pies, mientras la recorren y disfrutan de un picnic para ver el atardecer; o pueden subir y contemplar la ciudad entera desde su cúspide; o puede incluso comer en uno de sus restaurantes, disfrutando de una magnífica vista. Durante nuestra visita, Gabo yo disfrutamos de la torre desde abajo, y fue uno de nuestros días favoritos en París. Nos dedicamos a caminar alrededor de la ciudad y buscamos puntos poco conocidos por los turistas para poder tomar unas lindas fotos. Varias noches nos sentamos a los pies de la torre y la admiramos por un par de horas, disfrutando del momento, el cual quedaría grabado en nuestras memorias por el resto de nuestras vidas. 

Cuando el sol se pone, la torre se ilumina con un espectáculo de luces que dura aproximadamente 5 minutos. Este show de luces se repite cada hora hasta la 1 am. Si deciden subir a la torre, les recomendamos comprar las entradas con antelación para evitar hacer fila. De igual manera, si deciden comer en uno de sus restaurantes, es recomendable hacer reservaciones con suficiente tiempo. 

  • El Arco del Triunfo: Esta obra monumental es imponente y emblemática. Teniendo a los Campos Elíseos como vecinos, la visita al arco se convierte en una parada obligada en donde les recomendamos recorrer sus alrededores para apreciar su esplendor y belleza con calma. Pueden subir al arco por un costo de 12 Euros y contemplar una linda vista de la ciudad. Al igual que la Torre Eiffel, es recomendable comprar las entradas con antelación para evitar hacer largas filas. 
  • Montmartre:Este es un vecindario lleno de colorido y personalidad. Para disfrutarlo hay que caminarlo perdiéndose en sus calles y tienditas. Conocido por su estilo bohemio, Montmartre es famoso por haber sido un sitio de reunión de célebres pintores, tales como Picasso, Miró, Renoir y Van Gogh. Adicionalmente, este barrio se destaca por su hermosa basílica del Sacré-Cœur, la cual se puede ver desde muchas partes de la ciudad por estar ubicada en uno de los puntos más altos de todo París. Para llegar a la basílica hay que subir bastantes escalones, pero el esfuerzo va a valer la pena, ya que se van a poder deleitar con una de las mejores vistas de todo París.
  • Adicionalmente, a tan solo unos cuantos pasos de la basílica, pueden visitar el famoso muro de los “te quiero”y tomarse allí unas muy buenas fotografías. Este muro tiene escrito 311 “te quiero/amo” en 250 idiomas, lo que lo hace un lugar muy romántico para inmortalizar el momento con su pareja (o para recordar a un ser querido). 
  • Jardines:Los jardines parisinos están presentes en muchas áreas de la ciudad, permitiéndole, tanto a los turistas como a los locales, el lujo de poder disfrutar de momentos que parecen extraídos de una postal. Entre los muchos jardines y áreas comunes, sobresalen dos que deben de ser una parada obligada para aquellos que visitan París por primera vez: El jardín de Tuileries y el jardín de Luxemburgo. El jardín de Tuileries está adjunto al del Museo de Louvre, en un área muy céntrica de la ciudad. El jardín de Luxemburgo se encuentra un poco más alejado, pero la distancia no minimiza su belleza.

Les recomendamos caminar y recorrer estos jardines con calma, sentarse en una de sus sillas reclinadas, leer un libro mientras se comen un baguette o incluso sentarse a ver la gente pasar. Gabo y yo recorrimos estos parques varias veces, tomamos un par de micro siestas para combatir el cambio del horario (jet lag) y merendamos macarrones y baguettes para cargar baterías y continuar nuestro recorrido. El hacer estas paradas nos permitía tomarnos un descanso y nos ayudaba a recordar la importancia de disfrutar cada momento sin prisa. 

  • Museos:Los amantes del arte encontrarán en París el lugar ideal para admirar obras maestras y joyas artísticas. Es difícil decidir cuáles son los museos que hay que visitar, ya que las opciones son innumerables; sin embargo, nosotros nos decidimos por el emblemático Museo de Louvre y el maravilloso L’Orangerie.
  • El Louvre es una parada obligada, les guste el arte o no. Es uno de esos museos al que hay que visitar por lo menos una vez en la vida y en donde hay que perderse en sus salas y galerías, mientras se remontan al pasado, conociendo la historia a través de sus pinturas, esculturas y reliquias. Es a la vez enorme e imposible de recorrer a plenitud en un solo día. Para maximizar su visita, hay varias cosas que les recomendamos hacer antes y durante su recorrido:
  1. Compren las entradas con antelación: El Louvre atrae a miles de personas todos los días, las cuales, en su mayoría, van con la primordial meta de ir a conocer la famosa Mona Lisa. Si quieren ahorrarse la fila para entrar al museo, pueden comprar los boletos por internet y ahorrarse tiempo. El costo que pagamos por entrar fue de 17 Euros.
  1. Entradas laterales: El museo tiene una entrada principal (donde se encuentra la famosa pirámide transparente) y dos entradas laterales que muy poca gente conoce. Si al llegar ven que hay mucha fila (incluso para las personas que ya tienen boletos) les recomendamos buscar las entradas laterales para no tener que alargar su espera.
  1. Preparen con antelación la lista de las obras que les gustaría ver: En el museo hay miles de piezas de arte y es imposible admirarlas a todas en una sola visita. La manera ideal de recorrer el Louvre es preparando una lista de antemano de las obras que les gustaría admirar, y buscarlas a medida que van recorriendo cada piso. Entre las piezas más famosas están: La Mona Lisa de Da Vinci, la Venus de Milo, el Escriba Sentado, Victoria Samotracia, Las Bodas de Caná y La Libertad Guiando al Pueblo. 
  1. Planeen su visita en la noche: Hay dos días a la semana en donde el museo cierra a las 9:45 pm. Los horarios nocturnos tienen menos gente que los matutinos y van a tener más oportunidades de disfrutar el museo sin tanta multitud (sobre todo si su visita es durante el verano), sin embargo, siempre va a haber mucha gente. 
  1. Comida: Coman antes de entrar al museo o lleven varios “snacks” si planean quedarse por varias horas. 
  1. Prepárense para las multitudes: A pesar de tener miles de joyas artísticas, la mayoría de los turistas quieren, única y exclusivamente, visitar a la Mona Lisa. Nuestra visita al museo fue en agosto de 2019, y en pleno verano, el museo tiende a estar más lleno de lo normal. Tuvimos que hacer una fila de más de una hora para poder apreciar la obra maestra de Da Vinci. Debido a su fama, no nos permitieron quedarnos indefinidamente en la sala. Sólo nos dejaron apreciar la pintura por aproximadamente un minuto, lo cual fue frustrante después de tanta espera. Tenemos entendido que la pintura no estaba ubicada en su sala original, debido a unas renovaciones, así que es probable que este limitante sea algo temporal. A pesar de ser un museo gigante y tan emblemático, las multitudes son un punto negativo que impide el pleno disfrute del lugar. Al finalizar nuestra visita, tuvimos una sensación de alivio al salir a la calle (cabe resaltar que Gabo y yo disfrutamos mucho del arte, pero era tanta la gente, que sentimos que no es una visita que repetiríamos en el futuro, o en mucho tiempo). 
  • Museo de l’Orangerie: Este lugar fue, sin lugar a duda, nuestro museo favorito durante nuestra visita a París. Aquí van a encontrar obras de distinguidos artistas, como Renoir, Matisse, Picasso y Monet. Sin embargo, lo que distingue a este museo, son sus salas ovaladas, las cuales contienen ocho pinturas de Claude Monet con sus famosos lirios de agua; obras que le quitan el aliento a cualquiera. Al ser un museo más pequeño, es mucho más íntimo y con menos turistas que en el Louvre. Para los amantes del impresionismo, este museo es un verdadero tesoro. El costo por la entrada es de 9 Euros, y es completamente gratis los primeros domingos de cada mes. 

Nos hubiera gustado visitar otros museos que también son muy reconocidos, como el Museo de Orsay, el Museo nacional de Picassoo el Museo de Rodin, pero nuestro tiempo en París fue limitado. Definitivamente están en la lista de nuestra próxima visita. 

  • Monumentos religiosos: Sin duda alguna, la Catedral de Notre Dame es una obra magnífica y emblemática de París. Desafortunadamente no alcanzamos a conocerla como es debido, ya que nuestro viaje a París fue en agosto de 2019, a meses después del terrible incendio que afectó gravemente a tan preciada obra arquitectónica. Debido a las renovaciones que están tomando lugar para restaurar a este legado gótico, sólo logramos apreciar a la catedral desde lejos, ya que toda la cuadra que la rodea estaba cerrada.

Sin embargo, tuvimos la fortuna de visitar la hermosa capilla Sainte-Chapelle; una joya gótica con vitrales impresionantes que a más de uno le robó un suspiro al encontrarse con sus colores y tonalidades por primera vez. Hemos escuchado que muchas personas prefieren a Sainte-Chapelle en lugar de Notre Dame, pero tendremos que visitar a París nuevamente cuando las obras de renovación estén culminadas para darles el veredicto final. Sainte-Chapelletiene en total 1113 imágenes del Nuevo Testamento a lo largo de 15 ventanales de 15 metros de alto. A pesar de ser una capilla pequeña, el ambiente es cálido e íntimo, lo cual hace que no te quieras ir del lugar. El costo que pagamos para entrar fue de 10 Euros, y había opciones adicionales si optan por hacer una visita guiada. Sin lugar a duda, Sainte-Chapelle es una parada obligada si planean visitar París. 

Otros puntos de interés:

  • Ópera Nacional de París-Palacio Garnier: El palacio de la Ópera Garnier es una verdadera proeza arquitectónica que hay que visitar. Construida durante los años 1800, a petición del Emperador Napoleón, esta obra maestra adquirió su fama al convertirse en el escenario en donde se desarrolla la famosa novela de El Fantasma de la Ópera. Su majestuosidad y opulencia hacen del lugar un precinto que hay que ver por lo menos una vez en la vida. Si no son amantes de la ópera, pueden hacer un tour por el lugar y apreciar su belleza inagotable. Nosotros decidimos hacer una visita, ya que disponíamos de poco tiempo, y el costo por persona fue de 14 Euros, sin embargo, soñamos con regresar y poder presenciar la experiencia completa asistiendo a la ópera también. 
  • Shakespeare & Company está catalogada como una de las librerías más emblemáticas del mundo. Establecida en 1951, y sentada a los pies del rio Sena y de la catedral de Notre-Dame, Shakespeare & Company le rinde homenaje a la literatura y el arte. Esta librería fue fundada bajo el nombre de “Le Mistral”, siendo bautizada nuevamente en 1964 como Shakespeare & Company, con el fin de homenajear a William Shakespeare, por celebrarse cuatrocientos años de su nacimiento. Adicionalmente, el nuevo nombre le rinde homenaje a Sylvia Beach, fundadora de la librería original de Shakespeare & Company en 1919, la cual era un lugar de encuentro de famosos escritores de la talla de Hemingway y Fitzgerald. Esta librería tiene un estilo único y te invita a sentarte a leer un libro en uno de sus muchos rincones. No es permitido tomar fotos, lo cual permite que se disfrute del momento, a pesar de estar ubicada en pleno centro de París y de atraer a muchos turistas. Es posible encontrar espacios tranquilos en donde te puedes sentar y apreciar las muchas obras literarias que están disponibles en el lugar. La entrada es completamente gratis, y sin lugar a dudas vale la pena tomarse el tiempo de visitar este magnífico tesoro. 
  • El Cementerio de Père Lachaise es considerado uno de los cementerios más bonitos de París y del mundo. Está retirado del centro de la ciudad y es necesario tomar el metro para llegar. A pesar de parecer una actividad fúnebre, esta es una opción que vale mucho la pena si tu estadía en París es de más de cuatro días. En este cementerio se encuentran las tumbas de personajes célebres, como Jim Morrison, Edith Piaf, Oscar Wilde y Jean de La Fontaine. Cada tumba tiene un estilo único, y muchas de las sepulturas tienen tamaño monumental. La visita se convierte en casi un juego mientras se buscan las tumbas que se quieren observar.
  • La Mansión de Victor Hugo es otra opción para aprender más de la vida del famoso escritor francés. Es en esta mansión donde el artista escribió gran parte de su obra maestra, “Los Miserables”. Durante nuestra visita a París, la mansión estaba siendo renovada y no logramos entrar, sin embargo, alrededor del lugar hay varias galerías de arte que vale la pena visitar y recorrer. Frente a la casa hay un parque pequeño donde la gente se puede sentar y comer algo o leer un libro. En la mayoría de los parques de la ciudad no es permitido sentarse en la grama, y este es uno de los pocos lugares donde no hay ningún tipo de restricción. 
  • Galeries LaFayette: Gabo y yo evitamos ir a centros comerciales durante nuestros viajes a toda costa. Ir de compras no es algo que disfrutamos y tampoco nos parece que es representativo de una ciudad; sin embargo, en París hay que hacer una excepción si quieren ver una de las mejores vistas de la ciudad, y mejor aún; es completamente gratis. Galeries LaFayettees un centro comercial inmenso y es conocido por tener una cúpula de muchos colores que es muy fotografiable. Pero lo que más nos gustó de este lugar fue la vista que nos regaló. Si suben al séptimo piso, hay una terraza que está abierta al público. En esta área hay también un restaurante en donde se puede comer, pero no recomendamos entrar al restaurante, ya que hay mucha gente y a pesar de tener una muy buena vista, el ambiente no se presta para una comida romántica. Con la vista de París es más que suficiente. Si se quieren tomar una foto en la cúpula, prepárense para hacer una larga fila, ya que el lugar es muy concurrido.
  • Palacio de Versalles: Para visitar esta opulenta mansión, es necesario salir de París y hacer una excursión de un día hacia Versalles.  Para llegar al palacio nosotros tomamos un tren y luego tomamos un autobús que lleva a todos los turistas hacia la mansión. Tal vez no somos los mejores promotores de este lugar ya que el clima no nos favoreció durante nuestra visita y al estar en el pleno mes de agosto, las multitudes empeoraron nuestra experiencia. A pesar de haber comprado las entradas con antelación, tuvimos que esperar parados, bajo la lluvia por más de dos horas. Una vez adentro de la mansión, había tanta gente que caminar era un reto, y se puede decir que más bien la multitud te “llevaba” de una habitación a la siguiente. Los jardines son hermosos, pero debido a la lluvia no los disfrutamos mucho. Creo que Versalles vale la pena en épocas del año menos visitadas, y asegurándose que haya un buen clima. Sin embargo, el lugar es muy bonito. La entrada a la mansión y a los jardines nos costó 27 Euros.  
  • Estadía: Nos hospedamos en el hotel Mont Dore. Un hotel sencillo localizado a 30 minutes de la torre Eiffel caminando. El área nos encantó al no ser tan turística y mucho más tranquila. Del mismo modo, los mercaditos y panaderías son mucho más económicos que en el pleno centro. Los precios por noche varían dependiendo de la época del año, pero definitivamente regresaríamos a hospedarnos aquí de nuevo cuando regresemos a París. 

Misceláneos

  • En París vale la pena levantarse temprano. Europa no es un continente muy madrugador, lo cual es perfecto para el viajero que quiere perderse en sus calles y conocer sin tanto turista alrededor. Gabo y yo logramos tomarnos unas fotos increíbles con muy poca gente alrededor porque nos levantábamos temprano. Si logran llegar a los destinos que quieren visitar entre 7 o 7:30 de la mañana, van a poderse tomar unas fotos fabulosas. 
  • Tengan mucho cuidado con los carteristas. Al ser una ciudad tan grande y con tanto turismo París es un oasis para aquellos a los que les gusta ganarse la vida fácil. Tengan mucho cuidado si montan en metro, ya que es muy común que la gente robe al turista desapercibido en medio de tanta gente. Del mismo modo, eviten a toda costa hablar con las personas que se les acercan para que firmen una petición a una obra o causa justa (¡es una trampa!). Les recomendamos dejar su pasaporte en el hotel al igual que una tarjeta de débito/crédito extra. Esta es una medida de precaución en el peor de los casos. Si les llegaran a robar, por lo menos tendrían una tarjeta que les serviría como plan B. 
  • Aprendan unas cuantas frases en francés. El poder decir “hola”, “muchas gracias”, “por favor”, o “habla usted inglés/español”, le va a permitir ver lo mejor de la gente en Paris. Los franceses no esperan que usted hable fluido el francés, pero sí que por lo menos haga el intento. Nuestra impresión con las personas francesas fue estupenda, en parte porque hicimos el esfuerzo de acomodarnos a su cultura. Esto es algo que nos ha ayudado en cada país que hemos visitado. 
Notas finales
  • París es una ciudad espectacular que hay que visitar más de una vez. Su arquitectura, sus jardines, su arte y su historia hacen de ella un destino al que uno no se cansa de visitar. No esperen tanto como nosotros para visitar París. ¡Es sin duda una ciudad mágica, romántica y hermosa!