¿Dónde comer en París?

París es una ciudad inmensa con innumerables opciones culinarias para todos los paladares. Debido a su diversidad y flujo constante de turistas, es probable que encuentren comida del mundo entero; sin embargo, a medida que nos preparábamos para nuestro viaje, todo lo que leímos nos decía que la comida Parisina no era representativa de la comida francesa; pero si se proponen ir a sitios menos turísticos, y más alejados del centro de la ciudad, van a poder degustar comida local y deliciosa. En este blog les vamos a compartir nuestra experiencia y recomendaciones.

  • Bouillon Chartier: Es un restaurante muy emblemático en París, localizado en el barrio de Montmartre. Fundado en el año 1896, provee una opción extremadamente económica con comida tradicional francesa. El lugar es inmenso, pero debido a su popularidad y bajos precios es probable que tengan que esperar un buen rato para poder entrar, ya que el restaurante no acepta reservaciones. Les recomendamos llegar antes o después de los horarios típicos de la comida, de lo contrario, les va a pasar como a nosotros, que tuvimos que esperar casi dos horas para poder entrar. Sin embargo, la espera valió mucho la pena. El ambiente y la arquitectura del lugar es increíble y la comida es muy barata. Nosotros probamos la sangría, los escargots, un queso suave para comerlo con pan, pato con papas al horno y una carne con papas fritas. La comida estaba muy rica y casera. El monto total que pagamos fue de $41.46. 
  • La Jacobine:Este restaurante fue sin lugar a dudas la mejor comida que probamos en París. Llegamos a La Jacobine porque varias aplicaciones lo catalogaban como el mejor lugar para tomarse una sopa de cebolla. El lugar sobrepasó nuestras expectativas: el ambiente es cálido, el servicio fue excelente y la comida espectacular. Como aperitivo pedimos una sopa de cebolla y escargots, y de plato fuerte pedimos pato en salsa de higos y cordero con vegetales y arroz. Adicionalmente tomamos vino, café y postre. El monto total de la cena fue de 82.30Euros. A pesar de no haber sido una comida barata, valió mucho la pena. 
  • Chez Alain Miam Miam: Este restaurante nos dio a probar el mejor sándwich que nos comimos en Paris. El lugar es pequeño e informal. El menú está escrito en una pizarra, en donde hay opciones de sándwiches y crepes. El sándwich es enorme y fácilmente se puede compartir con otra persona. Los ingredientes son muy variados y de muy buena calidad. Tienen la opción de agregarle quesos de varios estilos, jamones, vegetales, aguacate y mucho más. Por un sándwich y dos aguas minerales, pagamos un total de $16.66. 
  • Créperie Genia: A medida que recorran París se van a encontrar con muchos lugares en donde pueden comer las famosas crepes. Esta es una opción muy barata para calmar el hambre, ya que es un plato de comida rápida que pueden comprar en estantes o restaurantes pequeños. Créperie Genia tiene varias locaciones, sin embrago nosotros comimos en el restaurante que está cerca de la Catedral de Notre-Dame y de Shakespeare & Company. La comida estaba rica y muy barata. Pedimos una crepe salada, un panini, dos crepes de nutella y agua por un total de $10.56. 
  • Ladurée: En París degustamos muchos macarrones, pero ninguno se igualó a los macarrones de Ladurée. Fundada en 1862, esta famosa marca todavía preserva su delicadeza y belleza sin sacrificar el exquisito sabor de sus macarrones. Los macarrones no son baratos, pero no se arrepentirán una vez los prueben. Por una cajita de 8 macarrones pagamos la exorbitante suma de $23.33… pero valió la pena. 
  • Christophe Roussel: Este es otro lugar en donde se pueden comer unos macarrones muy ricos y menos costosos que los de Laduree. Hay varias tiendas alrededor de París, así que van a tener muchas opciones de probarlos. Gabo y yo visitamos la tienda localizada en Montmartre y nos los comimos sentados en frente de la pared de los “te quiero”.  Una caja de 8 macarrones nos costó 13.00 Euros. 
  • Panaderías: Algo que disfrutamos muchísimo en París fueron sus panaderías. El concepto de la panadería de la esquina, con sus panes recién hechos y frescos no es algo que se vea en donde nosotros vivimos, así que nos sentíamos en las nubes teniendo tantas opciones. A medida que caminen por la ciudad van a ver muchísimas panaderías. Nuestras mejores experiencias, no solo por el sabor, sino también por el precio, fue en panaderías que estaban más alejadas del centro de París.  Todas las mañanas nos desayunábamos en Le Pain des Batignollescon un croissant con un café negro (cada uno) por menos de 5 Euros, y el sabor del pan fue inigualable. Otra Panadería que nos gustó mucho fue Tout Autour de Pain. No es un lugar en donde se puedan sentar a comer, pero es una muy buena opción para que se lleven el pan o se lo coman mientras recorren la ciudad. El secreto asegurarse que se estén comiendo un buen croissant es que la panadería sea un “Boulangerie”. Los lugares que tengan este letrero hornean su propio pan, siendo por ende, mucho más fresco. 
  • Comidas que deben probar: En París las opciones culinarias son muchas, pero lo que deben probar y no se deben perder por nada del mundo son los croissants, los baguettes, los caracoles, la sopa de cebolla y los macarrones. Asegúrense de no irse de Paris sin antes probar todas estas opciones. 

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